El dolor del cristiano es motivo de purificaión y una oportunidad para crecer en vida interior.
"La madre estaba llorosa junto a la cruz dolorosa de donde su Hijo pendía".
Hoy en este día de la Virgen de los Dolores, le decimos a ella:
Madre:
Señora de la Pascua.
Señora del Viernes y del Domingo,
Señora de la noche y la mañana,
Señora del silencio y de la cruz,
Señora del amor y de la entrega,
Señora, queremos decirte muchas gracias,
Muchas gracias Señora por tu Fíat,
por tu completa disponibilidad de Esclava,
por tu pobreza y tu silencio,
por el gozo de tus siete espadas,
por el dolor de todas tus partidas,
que fueron dando la paz a tantas almas.
Señora, muchas gracias, por haberte quedado con nosotros.
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